¿Alguna vez has tenido un amigo que quería que hicieras algo que quizás querías o no hacer, pero que aun así lo hizo porque es tu amigo? Según el artículo de “Children’s Health Wellness”, dice: “La presión de grupo es la presión interna o externa que se siente para comportarse de ciertas maneras, tanto buenas como malas. La presión de grupo comienza a los 10 años con la formación de grupos sociales en la escuela primaria y aumenta durante la adolescencia, a lo largo de la escuela secundaria y preparatoria”. La presión de grupo en los adolescentes puede afectar su vida diaria y mantener o crear “enemigos” entre sus amistades. Muchos adolescentes necesitan o quieren amigos y desean la aceptación de nuestros compañeros. Los adolescentes pueden volverse vulnerables a hacer lo que sus otros amigos están haciendo, ya sea correcto o incorrecto. Esto puede hacer que los adolescentes se sientan presionados a aceptar hacer cosas que están mal, que van en contra de las creencias familiares y, peor aún, meterse en problemas con la policía o la autoridad escolar. Por ejemplo, en la escuela, tus amigos podrían invitarte a faltar a tu clase y pasar el rato con ellos en el baño o en otras clases con profesores sustitutos que no saben que no perteneces a esa clase. La presión de grupo te hace sacrificar cosas importantes por una emoción barata que puede costarte tus calificaciones y la confianza de tu familia por tus supuestos “amigos”. Muchos adolescentes se convierten en víctimas de la presión de grupo porque no saben cómo no participar sin perder sus amistades, ya que les cuesta discrepar verbalmente con sus amigos, así que ceden a la presión de grupo.
Por lo tanto, la presión de grupo puede afectar tu vida social y académica, ya que puedes desmotivarte y aislarte de la escuela, la familia y los amigos. El artículo da el ejemplo: “Los efectos de la presión de grupo pueden manifestarse de forma diferente en cada persona. La presión de grupo puede influir en ciertas fortalezas o desafíos que un adolescente ya enfrenta. Por ejemplo, un adolescente con poca confianza en sí mismo y pocos amigos cercanos puede ser más susceptible a los efectos de la presión de grupo negativa, mientras que un adolescente seguro y extrovertido puede ser más propenso a dar y recibir presión de grupo positiva”. Muchos adolescentes pueden identificarse con este ejemplo porque cuando somos adolescentes todavía estamos desarrollándonos y nuestras hormonas aún están cambiando. Durante este período, somos más sensibles a nuestra autoimagen, autoestima y amistades. La principal razón por la que la mayoría de los adolescentes son víctimas de la presión de grupo es el deseo de encajar o ser aceptados por los demás. La presión de grupo negativa fomenta comportamientos negativos, como faltar a clase y esconderse en los baños de la escuela, hasta faltar a clase y pelear. Mientras que la presión positiva de los compañeros fomenta un comportamiento positivo, como participar en clubes escolares y deportes, y mejora nuestra confianza en nosotros mismos.